En una nueva edición de Argentina Hoy, conversamos con Guido Peña, dirigente de la CCC Mendoza, sobre un tema central para entender el momento político y social que atraviesa el país: la segunda embestida del gobierno nacional contra los movimientos sociales, el sindicalismo y los trabajadores en general.
Peña comenzó recordando que el primer golpe se dio con la desarticulación del Potenciar Trabajo, un programa que había logrado transformar políticas asistenciales en reconocimiento laboral. Por medio de cooperativas, unidades productivas y espacios sociocomunitarios como merenderos, comedores y centros de alfabetización, miles de personas habían encontrado un camino para reconstruir su trabajo y su identidad colectiva.
Según Peña, ese entramado organizativo fue visto como una amenaza por el gobierno, porque representaba una estructura real de resistencia en los barrios. Y sobre esa base se prepara una segunda ofensiva: la transformación del actual programa social “Volver al Trabajo” (BAP), que sería entregado a empresas privadas como McDonald’s y otras firmas, en forma de vouchers de capacitación sin sueldo. “No te pagan por participar y no reconocen el trabajo previo”, explicó.
La preocupación es que esta reforma no solo afecta a quienes hoy están dentro del sistema, sino que abre paso a un modelo de país basado en el sostenimiento de una masa laboral sin derechos: informalidad, precarización y un esquema económico centrado en servicios de baja calificación, como reflejan las plataformas de reparto.
Peña subrayó que esta embestida está atada al paquete de reformas exigidas por el FMI: recorte de programas sociales, flexibilización laboral y reducción del Estado. En paralelo, anticipó que también podrían avanzar sobre la Asignación Universal por Hijo, lo que abriría un conflicto social de gran magnitud.
Otro punto clave de la entrevista fue la necesidad de unidad entre trabajadores registrados y no registrados. Peña sostiene que la división entre “clase media”, “clase baja”, “planeros”, “trabajadores formales” es una construcción del capitalismo para fragmentar a la clase trabajadora. “Todos somos trabajadores: algunos con derechos, otros con menos, otros sin ninguno”, afirmó.
La pregunta que queda planteada es qué proyecto de país quiere construir cada sector. Si el gobierno apuesta por una Argentina sin industria y sin derechos, los movimientos sociales y el sindicalismo deben debatir, estudiar y proponer un modelo alternativo: industrialización, federalismo productivo, acceso a la tierra, soberanía alimentaria, defensa de recursos naturales y una profunda investigación sobre la deuda externa.
Finalmente, Peña advirtió que los próximos meses serán complejos: jornadas de lucha, debates sobre la reforma laboral y un diciembre caliente. Pero también aseguró que es un momento para construir unidad, organización y esperanza desde los trabajadores y desde el territorio.
Desde Argentina Hoy, seguimos abriendo micrófonos para comprender y acompañar las transformaciones profundas que atraviesa nuestra provincia y el país.


